Ay omá que rica

lunes, 29 de marzo de 2010

Hubo un día en el que era grande...

Y todos me temían.
Acordome en este preciso momento, del principio de mis días en la aldea daimieleña.
Alejandro me cogió de la mano y díjome con cariño que me tenía que regalar a unos tales Ponyos pero yo era como el beso de Judas. Mi misión era vigilarlos a todos ellos, y en especial a esos pequeños lares que le robaron protagonismo a mi gran amigo y compañero Alejandro.
A todos les hice mucha gracia, pensaban que era su nuevo juguete, pero aaaaay pobre de ellos, equivocosen.
Alejandro me colocó cerca de un pesebre que tenía su foto, la del innombrable del Real Madrid y la de 6 chicas mu guapas(que luego dejaron de parecerme hermosas las mu brujas).




Todos creían que era un juguetito que llevaba intrínsecamente música pa'legrarles las Navidades, pero sieggggque son mu cortos y lo que llevaba en realidad era mi iPod con un playlist de mis temas favoritos.


Todos me querían, todos me alababan, me colocaron al lado de sus preciados dioses pensando que no les iba a hacer nada, asiegque nuestro plan empezó a funcionar como nosotros esperabamos(muajaja). El plan tendría su apogeo el día 8 de Enero, pero justo ese día una tía de pelo rizao me tiró a un cajón aislándome del mundo exterior y condenándome a un aburrimiento seguro y al fin del plan.

Durante mi estancia en el cajón, le compuse a Alejandro una canción(pero la Lady Gaga me la robó...¬¬ la odio más que a Baltasar)

http://www.youtube.com/watch?v=AVDvrzCWuzM

En el próximo día detallaré el comienzo de mi tortura que espero que os emocione y os duela tanto como a mi, panda de zamarros.

Un cordial saludo.

Att: Gran Hombre Rojo (gggH aay que te lo cojo)




5 comentarios:

  1. Doctor Sigmund Freud3 de abril de 2010 a las 3:54

    este blog está hecho por una panda de psicópatas...

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  2. señor majo que digo yo que su gran amigo se merece una entrada dedicada a su coche :)
    una maja con g!

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  3. Sí se la merece. Pero ando ocupado con otros asuntillos.
    Pero antes del Sábado la tendrá!

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  4. Acórdome en este instante de aquel sonido incesante que el Gran Hombre Rojo emitía desde lo profundo de su animus, -i. ¿Hay alguna explicación, oh Musas del Helicón, de ese extraño suceso?

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  5. Vosotras sí que váis a emitir un sonido incesante cuando llegue mi Hora Definitiva...

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